Sukisho

Sora Hashiba tras caer misteriosamente por una de las ventanas del instituto y salir milagrosamente ileso de tal accidente, se reencuentra con su vida normal… o así sería si no hubiese perdido gran parte de la memoria. No recuerda a sus amigos de la infancia ni las situaciones vividas por ellos pero hasta cierto punto, convive bien con todo ello.

 
De pronto una noche, Sora se despierta sobresaltado… ¡hay un chico encima de su cama! Y lo peor de todo es que, aunque no le conoce de nada, ¡el chico en cuestión insiste en que le deje ver a un tal Yoru! Obviamente y tras el susto, intenta entablar conversación con el misterioso compañero de habitación que se acaba de incorporar y que dice llamarse Ran. A la mañana siguiente, Matsuri ve con satisfacción como sus dos mejores amigos de la infancia se han reencontrado después de tanto tiempo pero Sora no se entera de nada puesto que Matsuri empeña en llamar a su nuevo compañero de cuarto Nao-kun (Sunao), lo que no le cuadra en absoluto. ¿Acaso no se presentó esa misma noche como Ran?

 
Lo que Sora no sabe y lo que intenta Sunao explicarle varias veces, es que desde una situación determinada, que Sunao no quiere recordar, casi sin quererlo adoptaron una doble personalidad. ¡Yoru y Ran existen en su interior! Con muchos interrogantes y la inesperada sensación de bienestar que experimenta junto a Sunao, Sora empezará a recordar cosas de su pasado, hasta lo más oculto del mismo.